Pompeya
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Llegamos de noche tarde buscando un camping que estaba en los piques del
viaje y nos encontramos con un panorama bastante tenebroso. Alrededor de
las excav...
Hace 14 años
Desde Copenhague partimos para Estocolmo, para esto era necesario hacer 700km en un día. El día antes de partir decidimos que teníamos que salir bien temprano, ya que no llegábamos a ningún lugar antes de 11.30 12 del medio día y descubrimos que era culpa de los extendidos desayunos que hacemos los 7. Así que hicimos todo lo posible para eliminar la sobremesa y el gran desayuno… pero ta!, no pudimos, así que nos comimos la vida, nos cagamos de risa y terminamos saliendo como a las 14 y de ahí emprendimos viaje, junto a Marti que precisaba un cambio de camioneta, y un aventón hasta Estocolmo. La ruta Sueca es divina, con pequeñas chacras y cabañitas, Divino!. Era un viaje raro ya que estábamos yendo a la casa de Diego, el hermano de nacho correa, y no solo eso, sino que no lo veía hacía 3 años y para mejor estaba la mamá esperándolo.. Así que era todo muy raro. Llegamos como a las 23hs y allí estaba Diego esperándolo abajo… muchos de nosotros nos proyectamos personalmente y aguantamos algún llanto, pero ta!, subimos con todo nuestro equipaje y ahí nos estaba esperando un estrogonof sueco hecho por una mamá… sin palabras. Tanto Diego, Lore (mujer de diego), Bea (mama de nacho) y Leandro (sobrino bebe de nacho) nos recibieron de una forma la cual estábamos necesitando. No conocimos mucho de Suecia ya que la vida en familia nos consumió bastante, pero igualmente salimos a recorrer Estocolmo. Una ciudad muy linda, pero con menos rubios y rubias de las que yo me había imaginado, por lo menos los que vi. Fuimos a ver un par de obras, una contemporánea y una biblioteca un poco más vieja, y ta, ese día no dio para mucho mas, ya que tuvimos que ir a sacar los pasajes de ferry en la estación central, de Estocolmo hacia Turku, para emprender viaje hacia Helsinki. Al otro día, luego de un buen desayuno bajo techo, con mate, una mamá y mirando Telemundo, salimos lo más temprano que pudimos hacia la ciudad vieja, ya que era una de las cosas que no podíamos perdernos. Fuimos directo al puerto ya que a las 20 salía el ferry hacia Helsinki, y ya dejábamos el auto en el parking. La ciudad vieja es un poco llena de suvenires, pero hay que mirar más allá de los turistas y de todo tipo de venta para poder ver la real Estocolmo. Tiene rincones típicos de una ciudad muy vieja, fachadas enfrentadas con una distancia de 1 metrito. Muy linda!! Ya ahí estaba lleno de gente que iba para el ferry, hicimos la cola y entramos!
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