yo por ahí

La historia es uno de los temas recurrentes en estas ciudades europeas, la antigua y la reciente también. Con iglesias y palacios que se remontan al siglo 10 y con reconstrucciones casi totales de edificios por guerras de hace 50 años, muy fuerte y mucha información. Viena es divina y con muchas partes de la ciudad en reconstrucción, lo cual indica una buena política de mantenimiento urbano, cosa que le falta a nuestro Montevideo. Era la ciudad donde íbamos a encontrarnos con los papas de ceci, toda una experiencia. Llegamos desde Praga por una carretera media complicada, según los chiquilines, ya que yo fui metido en la “cueva” de la trafic, casi sin ver la luz ya que fui durmiendo y los últimos kilómetros mirando una peli con Andre. Llegamos y al primer camping que intentamos entrar estaba cerrado por baja temporada, asi que nos mandamos para el próximo, el cual estaba abierto y ya había gente de facultad, y nos indicó el método de ahorro del check-in. Armamos las carpas, el toldo, mesas y sillas, y nos pusimos a cocinar la cena. Al otro día salimos tempranito a recorrer la ciudad de pocas obras contemporáneas, pero de mucha historia. Dentro del país donde supo crear a uno de los más sangrientos personajes de la historia, paseamos por palacios, parques gigantes y un poco de ciudad vieja. Como en un par de días íbamos a recorrer Viena con los papás de ceci, no nos calentamos mucho en conocer todo, pero si intentamos ir a las obras importantes para nosotros pero tan vanales como un pezcado muerto para el resto de los seres. Por primera vez me topé con un edificio de Saha Hadid, parecía uno de los primeros ya que no era tan Saha, sino que era un simple, y muy complejo a la vez, estiramiento de figuras simples.. muy interesante!, De ahí fuimos al famoso Karl Marx Hof, codiciado por mi ya que era una de las poca preguntas que supe responder en un examen de Introduccion a la Historia. No pudimos verlo todo, ya que tiene 1km de largo, pero se repite bastante, asi que dio con ver un pedazito para entenderlo todo. No podía irme del viaje sin ver una obra de Adolf Loos, asi quefuimos al centro y vimos el muy simple edificio del banco. Terminamos tirados en uno de los parques rodeado de palacios, con sol, pasto, gente joven y un par de perros que saltaban sobre nosotros para agarrar el frizzby que les tiraba el austríaco hippie, je. Al otro día los chiquilines ya dejaban el camping y nosotros agarramos viaje en la camioneta para ir al centro. Fuimos a un parque de uno de los palacios que es muy grande, descubrimos un laberinto de pasto, que estaba bueno, pero hasta ahí. Almorzamos en McDonalds y ahí nos despedimos de los chiquilines por una semana. Aunque uno pasa muy bien, es sano separarse, ya que sale de la rutina y le da espacio para extrañar un poquito y recuperar la tolerancia que se pierde en boludeces. Ya solos ceci y yo salimos a recorrer algunos edificios que quedaban por ver, recomendado por Marian fuimos a la zona de los viejos gasómetros de Viena. El edificos es muy bueno, no tanto por el interior que es un shopping inaugurado hace unos 8 años y muy venido a menos, sino por el exterior. Este es una reforma muy a lo Pali, con mucho ladrillo (ya existente) y unas aberturas muy sutiles, pero a la vez modernas, y a esto se le adosa un panamericano retorcido que le va muy bien. De gratis, enfrente vimos unos edificos tan verdes y buenos como un comic marciano, es dificil describirlos y mas describirme a mi viéndolos, pero ta, me gustaron mucho. Ya cansados pasamos por un super y compramos algo para cenar, ya nos para 8 personas, sino para nosotros dos, je. Con la suerte que la señal de internet del camping llegaba hasta nuestra cabaña, pudimos ver de a pedacitos de 1 minuto, el partido de Uruguay Colombia. Podrido de los cortes cada 1 minuto, decidí escuchar 13a0 desde el minuto 15 del primer tiempo. Siendo la 1 am el partido había terminado, pero no el sufrimiento de la esperanza uruguaya de ir al mundial, asi que a menos de 24 horas de ver a los suegros y con uruguay con chances para el mundial, me fui a dormir con una pequeña sonrisa. Al otro día, como las viejas épocas, salimos con todo nuestro equipaje hacia al apartamento que habían alquilado Javi para nosotros cuatro. Con las valijas, las mochilas y los bolsos, emprendimos viaje hacía el apartamento, una vez ahí salimos para el super e hicimos unas compritas para un gran copetín para el festejo de la venida!! A eso de las 18 salimos a buscarlos al punto de encuentro que era la estación de tren en donde llegabas desde el aeropuerto. Con ceci un poquito nerviosa yo ya estaba con la cámara pronta para el gran momento. Por problemas de alegría no pude sacar ninguna foto ni filmación del momento, pero ta!, ya estábamos los 4 juntos, ceci y yo ya estábamos casi como en casa, pero en Viena, je. Fue una noche de copetín, cuentos, historias y entrega de regalos desde la tierra lejana!! Ya no era el viaje de arquitectura, era otra cosa muy distinta, algo raro pero muy lindo!!, asi que ahí estuvimos unos 3 dias mas recorriendo con ceci y yo como guias de esta ciudad. El ultimo día de Viena fuimos con Oscar a buscar el auto alquilado para emprender viaje hacia Praga!!