Ya a casi 5 meses del viaje no tenía mucha expectativa sobre Pompeya… más bien solamente sabía que supo ser una ciudad romana y quedaban algunos restos. La ignorancia debido al cansancio son algo que se va incrementando en el correr del viaje.. por lo menos a mí. Pompeya está increíble!. Primero llegamos al camping, que como ya dije, quedaba a los pies de la entrada al predio, dormimos ahí, nos hicimos viandas de un par de sandwichitos de jamón crudo y unas aguas. Nachito Correa decidió quedarse, no sabemos si del poco interés o de la realidad que se estaba quedando sin plata, así que salimos nosotros 7. El dueño del camping nos recomendó una entrada, algo así como trasera que estaba mucho mas buena… al final nos cagaron, ya que intentamos entrar como estudiantes italianos menores de 25 (que en gran cantidad de museos y obras te dejan entrar gratis), pero no hubo caso, y al otro día nos enteramos que por la entrada oficial varios entraron gratis y aparte les dieron mapa, lo que a nosotros nos negaron por quien sabe qué cosa tana!. Pero bué, a veces pagar te hace sentir mejor, así que gatillamos los 11E (un 46% de nuestro viático diario) y entramos, al principio lo único que queríamos ver eran los famosos cuerpos algunos petrificados y otros moldes de yeso de huecos dentro de la capa de ceniza. Para el que no sabe Pompeya fue una gran ciudad romana que fue tapada por casi 5 metros de ceniza caliente a causa de la erupción de un volcán. Pero vimos tantas cosas que nos alucinaron bastante. Es increíble cómo están conservadas las calles, con las veredas, cordones y fachadas, así que con un poquito de imaginación podes llegar a sentirte caminando dentro de la ciudad posta!!, es algo muy fuerte. En la misma calles se ven los surcos de los carros!!! Podes ver, medir y subir los cordones de la calle, que por cierto son de casi el doble que los comunes, la vereda es de algo así como 1 metro y la calle de 2,5, o por ahí. Cuando hay una intersección de 2 calles hay como un camino de piedra, que le permite al peatón cruzar la calle sin necesidad de bajar de nivel sin interferir en el camino del carro. El espacio público inmediato es algo muy especial y mas estar ahí y sentirlo. Lo otro que está mas que increíble, es el poder entrar a las casas, a esas tipologías de viviendas romanas que tanto estudié, y estar ahí!!, en el patio… UF! Varias de las c asas están parcialmente reconstruidas, como los techos de madera que se prendieron fuego y algún muro, pero hay otras que uno puede ver los pisos interiores, con los azulejitos formando animales o simples formas geométricas, impactante! Hay otras que mantienen los muros pintados, con dibujos de romanos y de elementos como fuentes… ahhh, es una locura!! El poder haber estado en la calle y dentro de las casas es algo impagable!. Después hay espacios como el clásico Foro, Estadios y Gimnasios que están muy destruidos que empezaron a reconstruirlos, cosa que hay opiniones contrapuestas en nuestro grupo, unos piensan que esta bueno poder vivir esos espacios y ver cómo era todo en detalle, pero otros piensan que es mejor dejar todo como está y que sea lo real lo que uno está viendo.. no se, yo creo que estoy más con la primer postura, igual tarde o temprano se va a venir todo abajo. Los cuerpos están muy buenos, ya que están en poses como de sufrimiento por la incineración, impactantes y mortalmente rígidos, que falta escuchar los gritos de dolor y es una persona viva. Hay uno que es famosos, es un perro petrificado que está todo retorcido, ese también lo vimos. No falta el quilombito romano, con varios cuartos con raras y supongo que incómodas camitas de piedra (con almohada de piedra incluida!, je), que estaban unidos a un pasillo en donde todavía se podían ver dibujos al estilo Cama Sutra pero romano, jeje. Ese era el único espacio medianamente bien presentado en todo el complejo, fue ahí que casi me agarro con un tano, ya que intenté salir por la entrada y no me dejó salir por la puerta a empujones, así que nos empujamos un poquito hasta que amagó a echarme del complejo, así que hasta ahí fui. Caliente pegué toda la vuelta, ya que fui el único que no pudo salir por esa puerta, jeje. Pompeya está realmente muy mal presentado al público, no hay carteles explicativos y casi que podes ir por donde quieras dado que no hay guardias, lo único que hay son una especie de porteras de 50cm que no te permiten el paso. Sentados arriba de unos capiteles de hace 2.000 años, discutíamos calientes porque le veíamos un potencial de turismo y conservación increíble a toda la ciudad romana, hasta que Andre nos avivó y nos dijo que los italianos están un poco podridosen columnas enteras, templos, ciudades y porquerías romanas, y ahí comprendimos, a medias, el poco interés de tener por lo menos Pompeya en un estado medianamente recorrible para un turista normal. Pero bue, con mucha información en la cabeza, que casi un mes después acá en Lisboa me sigo acordando de tanta cosa, salimos rumbo a Roma!!
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